Los sopes el plato que debes ordenar en un restaurante

En cualquier restaurante mexicano, encontrarás algunos platos básicos como los tacos, las tortas o enchiladas. Todas estas opciones son deliciosas (se me ha hecho la boca agua solo al escribirlas), pero creo que es hora de centrar la atención en un plato mexicano menos conocido: los sopes.

Los sopes son pequeñas tazas redondas de harina de maíz cubiertas con una variedad de ingredientes. Originarias de México, se elaboran a mano con harina de maíz convertida en masa que, una vez cocida, es blanda pero firme.

Orden de sopes

Los sopes suelen estar en el menú, pero no son lo que la mayoría de la gente busca o piensa cuando dice: “Oye, vamos a comer comida mexicana”. Los tacos y las tortas son más reconocidos en la cultura popular, pero en México los sopes son una comida excelente a tener en cuenta.

“Son antojitos, así que los vendedores ambulantes los venden sin duda”, dice Claudia Alarcón, escritora especializada en gastronomía y costumbres alimentarias. Los antojitos, traducidos como pequeños antojos, son bocadillos que suelen vender los vendedores ambulantes de comida en México, pero también pueden mantenerse dentro de la sección a la carta de los menús de los restaurantes. También se puede pensar en ellos como aperitivos para disfrutarlos de forma individual o en grupo.

¿Qué son los sopes?

El maíz, con sus minúsculas y doradas pepitas, no tiene casi ningún valor nutricional y, sin embargo, no puede ser más importante en las cocinas tradicionales de México. Lo he dicho una vez y lo volveré a decir: Gran parte de la historia alimentaria de América del Norte y Central se remonta al maíz.

El maíz es el rey y ha reinado durante muchos años. Los sopes son otro ejemplo de ello, ya que son esencialmente pequeñas conchas de harina de maíz hechos con bordes elevados para mantener los ingredientes. Alarcón los describe como un alimento humilde y sencillo.

Los sopes pueden llevar una gran cantidad de ingredientes, como frijoles, pollo, carnitas, chorizo, lechuga, tomate, queso, salsa, aguacate y mucho más. Las posibilidades son casi infinitas, y su versatilidad es sólo una de las muchas cosas que hacen que estas barquitas de maíz sean tan deliciosas.

Tanto sus bordes elevados como su grosor diferencian al sope de otros antojitos. El centro, ligeramente parecido a un cuenco, permite apilar los ingredientes en alto, y el grosor le ayuda a soportar todo lo que se le echa encima. Los sopes pueden llenar más que los tacos porque la masa es más pesada que la de una tortilla, pero al mismo tiempo pueden ser un aperitivo dependiendo de lo pequeño que se haga cada uno. Además, se mantienen mejor unidos que una tostada, que se rompe en trozos más pequeños en cuanto la muerdes. 

Sopes preparados

Siempre tienes la opción de comer los sopes con tenedor y cuchillo, pero lo cierto es que están pensados para comerlos tomando uno y dándole un buen bocado.

Mi pedido preferido en los restaurantes mexicanos ha sido durante mucho tiempo dos sopes de pollo desmenuzado con frijoles, lechuga, tomate, aguacate, un chorro de lima, un poco de crema agria (no una gran porción) y salsa verde para darle un poco más de sabor. Dos sopes es la ración perfecta, porque si tengo mucha hambre me comeré los dos, pero si no quiero llenarme demasiado rápido antes de que llegue el plato principal y la mejor opción son las promociones comida con sopes o platillos mexicanos

“Son el tipo de cosa que podrías tomar en una cantina con algo de cerveza”, dice Alarcón, “o podrías tomarlo para una cena nocturna”.