Los medicamentos antimicóticos se usan para tratar las infecciones por hongos, que afectan con mayor frecuencia a la piel, el cabello y las uñas.
Puede obtener algunos medicamentos antimicóticos en una farmacia sin necesidad de una receta médica, como el itraconazol 100 mg cápsulas.
Infecciones que los antimicóticos pueden tratar
Las infecciones fúngicas comúnmente tratadas con antimicóticos incluyen:
- Tiña
- Pie de atleta
- Infección por hongos en las uñas
- Candidiasis vaginal
- Algunos tipos de caspa severa
Algunas infecciones fúngicas pueden crecer dentro del cuerpo y deben tratarse en el hospital.
Ejemplos incluyen:
- Aspergilosis, que afecta a los pulmones
- Meningitis fúngica, que afecta el cerebro
Tiene más riesgo de contraer una de estas infecciones fúngicas más graves si tiene un sistema inmunitario debilitado, por ejemplo, si está tomando medicamentos para suprimir su sistema inmunitario.
Tipos de medicamentos antimicóticos
- Puede obtener medicamentos antimicóticos como:
- Una crema, gel, pomada o spray de miconazol
- Itraconazol 100 mg cápsulas, tabletas o líquido
- Una inyección
- Un óvulo: una tableta pequeña y suave que se coloca dentro de la vagina
Los nombres comunes de los medicamentos antimicóticos incluyen:
- Clotrimazol (Canesten)
- Itraconazol 100 mg cápsulas
- Econazol
- Miconazol
- Terbinafina (Lamisil)
- Fluconazol (Diflucan)
- Ketoconazol (Daktarin)
- Nistatina (Nystan)
- Anfotericina
¿Cómo funcionan los medicamentos antimicóticos?
Los medicamentos antimicóticos funcionan ya sea:
- Matando el hongo
- Evitando que el hongo crezca
¿Cuándo ver a un farmacéutico o médico de cabecera?
Consulte a un farmacéutico o médico de cabecera si cree que tiene una infección por hongos. Ellos pueden aconsejarle sobre qué medicamento antimicótico es mejor para usted.
Si toma demasiado medicamento antimicótico y sospecha de una sobredósis, llame al servicio de emergencia o hable con un farmacéutico o médico de cabecera.
Si le aconsejan acudir al hospital, lleve consigo el envase del medicamento para que los profesionales sanitarios que le atiendan sepan lo que ha tomado.
Aspectos para tener en cuenta al usar medicamentos antimicóticos
Antes de tomar medicamentos antimicóticos, hable con un farmacéutico o médico de cabecera sobre:
- Cualquier condición o alergia existente que pueda afectar su tratamiento para la infección por hongos
- Los posibles efectos secundarios de los medicamentos antimicóticos
- Si el medicamento antimicótico puede interactuar con otros medicamentos que ya esté tomando
- Si su medicamento antimicótico es adecuado para tomar durante el embarazo o durante la lactancia; muchos no son adecuados
También puede consultar el folleto de información para el paciente que viene con su medicamento antimicótico para obtener más información.
Efectos secundarios de los medicamentos antimicóticos
Los medicamentos antimicóticos pueden causar efectos secundarios. Por lo general, son leves y no duran mucho.
Pueden incluir:
- Picazón o ardor
- Enrojecimiento
- Sentirse enfermo
- Dolor de estómago (abdominal)
- Diarrea
- Una erupción
Ocasionalmente, los medicamentos antimicóticos pueden causar una reacción más grave, como:
- Una reacción alérgica: su cara, cuello o lengua pueden hincharse y puede tener dificultad para respirar
- Una reacción cutánea grave, como descamación o ampollas en la piel
- Daño hepático (muy raramente): puede tener pérdida de apetito, vómitos, náuseas, ictericia, orina oscura o caca pálida, cansancio o debilidad
Deje de usar el medicamento si tiene estos efectos secundarios graves y consulte a un médico de cabecera o farmacéutico para encontrar una alternativa.
Si tienes dificultad para respirar llama a los servicios de emergencias o acude a la sala de Urgencias más cercana para ser atendido.
Medicamentos antimicóticos para niños
Algunos medicamentos antimicóticos se pueden usar para tratar a niños y bebés; por ejemplo, el gel oral de miconazol se puede usar para la candidiasis bucal en los bebés.
Pero generalmente se necesitan diferentes dosis para niños de diferentes edades. Hable con un farmacéutico o médico de cabecera para obtener más consejos.