Motivos para vacunarte contra la gripe

La gripe cada vez es más agresiva, por eso y por otros motivos, no te pierdas por qué deberías vacunarte contra esta enfermedad.

La gripe es un virus que afecta a los humanos y que se desarrolla en las estaciones de más frío. Normalmente, solemos confundir la gripe con el resfriado, pero si alguna vez has padecido el virus de la gripe, sabrás que no tienen nada que ver.

La gripe es un virus que no es grave por norma general, pero es altamente contagioso, por lo que en algunas ocasiones es recomendable recurrir a la vacuna contra la gripe, para no sufrir los efectos del virus, sobre todo si perteneces a los grupos de riesgo.

Entre los grupos de riesgo que pueden tener consecuencias negativas son los niños, las embarazadas y los ancianos.

Motivos para vacunarte contra la gripe

La vacuna contra la gripe tiene que ser administrada anualmente ya que cuando pasa la temporada de invierno el efecto contra el virus desaparece.

La vacuna está formada de los anticuerpos del virus muy debilitado, para que así nuestro organismo pueda luchar contra ellos y erradicarlos. Pero este no es el único motivo por el que aconsejamos la vacuna contra la gripe.

No se contrae la enfermedad

Mucho de nosotros cuando pensamos en vacunarnos contra la gripe pensamos que al estar hecha con partículas del virus podemos quedar contagiados del mismo, pero esto no es así ni mucho menos.

Cuando nos vacunamos de la gripe, como hemos explicado anteriormente es prácticamente imposible que contraigamos la enfermedad, debido que nuestro cuerpo se hace inmune a ella.

porque debes vacunarte contra la gripe

El virus cambia

Con cada temporada que pasa, el virus de la gripe cambia. Esto es debido a que el fin del virus es infectar los cuerpos, por lo que tiene que evolucionar.

Es por ello que se recomienda a todas las personas que pertenecen a los grupos de riesgo que se vacunen cada año. Aunque la vacuna de la gripe puede ser recibida por todo el mundo que no quiera pasar por los efectos de dicha enfermedad.

Protege a las embarazas y a los bebés

La vacuna de la gripe no solo protege a las mujeres embarazas, también protege al bebé que lleva dentro incluso después de haber nacido, por lo que es una seguridad para que este no se contagie del virus en sus primeros meses de vida.

Protege a los que te rodean

Cuando te vacunas de la gripe no solo estás protegiendo tu organismo, también estás evitando que las personas que te rodean se contagien del virus, por lo que es altamente recomendable que te vacunes de la gripe sobre todo si vives con personas que estén en el grupo de riesgo.

Tipos

Existen tres tipos de virus gripales A, B y C. Los más importantes son el A y el B, ya que el C no provoca epidemias, sólo infecciones sin síntomas o con manifestaciones poco trascendentes.

El tipo A es el responsable de la mayoría de las epidemias que se producen cada año, mientras que el B aparece en brotes localizados.

El virus tipo A se divide en dos subtipos basándose en dos proteínas de la superficie del virus, hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N). Los subtipos más frecuentes del virus A que a día de hoy circulan entre humanos y están incluidos en la vacuna antigripal son A (H1N1) y A (H3N2).

Los virus gripales B y C tienen menos variaciones y, por lo tanto, no se dividen en subtipos.

Tratamientos

El virus de la gripe no tiene tratamiento curativo. Las terapias son sintomáticas y van enfocadas a mejorar y aliviar los síntomas que produce esta patología.

Las recomendaciones de los médicos son:

  • Beber abundantes líquidos.
  • Evitar el consumo de alcohol o tabaco.
  • Tomar medicación que mejore los síntomas de la gripe algunas opciones puede ser sedalmerck que te ayudan a todo lo que tu cuerpo necesita. (como medicamentos para bajar la fiebre).

La gripe está causada por un virus, y por eso los antibióticos no mejoran los síntomas ni aceleran la curación. Además, un uso indiscriminado de este tipo de medicamentos aumenta la resistencia bacteriana.

No dar aspirina a niños ni adolescentes (podría provocar un síndrome raro pero grave que se denomina síndrome de Reye).

Respecto a la utilización de fármacos antivirales, si se dan en los primeros días tras el inicio de los síntomas pueden reducir la duración de la enfermedad. Los médicos los suelen reservar para casos especiales.

En lo que concierne a los antibióticos, sólo en caso de que evolucione la enfermedad hacia complicaciones como neumonía o bronquitis tiene sentido valerse del tratamiento antibiótico.