Te compartimos cuál es la relación que hay entre antioxidantes y las vitaminas estamos que esta información te servirá de mucho.
La vitamina C y la inflamación
La vitamina C se considera un antioxidante debido a sus propiedades reductoras, que le permiten eliminar esencialmente la amenaza de los radicales libres, es decir, las especies reactivas del oxígeno. Las especies reactivas de oxígeno se producen, entre otras cosas, al convertir los alimentos en energía. Nuestros cuerpos están equipados naturalmente para combatir esta producción de radicales libres, pero si el cuerpo se estresa demasiado, los niveles de estos radicales libres pueden aumentar significativamente, lo que se denomina estrés oxidativo, y provocar daños en las células.
Las investigaciones han demostrado que la vitamina C puede reducir significativamente un marcador clave del estrés oxidativo, los isoprostanos F2, que están estrechamente relacionados con la proteína C reactiva (PCR).
Antioxidante de la PCR
En un estudio realizado en individuos sanos, la suplementación con 1000mg de vitamina C al día durante dos meses redujo los niveles de PCR en un 25% en individuos con niveles superiores a 1,0 mg/L.2 Un nivel de PCR superior a 1,0 mg/L significa un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular y, en ocasiones, se utiliza para evaluar el tratamiento de la enfermedad cardiovascular cuando hay otros síntomas presentes, como presión arterial alta y colesterol LDL alto.
Es posible ingerir 1000 mg de vitamina C al día. Las personas que comen aproximadamente 8-10 raciones de frutas y verduras, como los veganos y los vegetarianos, pueden alcanzar los 1000mg. Los omnívoros que se esfuerzan por comer alimentos vegetales también pueden conseguirlo. Un estudio descubrió que cualquier combinación de alimentos y suplementos que diera lugar a una mayor ingesta de vitamina C estaba inversamente relacionada con niveles elevados de PCR. Si los suplementos no son lo tuyo, puedes comer más productos. Si comer entre 8 y 10 raciones de frutas y verduras al día no funciona, tome un suplemento para completar su ingesta.3
Vitamina E
La vitamina E es otro antioxidante y es una vitamina liposoluble. Es una familia de 8 compuestos diferentes, el más potente de los cuales es el α-tocoferol. Se encuentra en formas naturales y sintéticas, de las cuales el cuerpo absorbe más fácilmente las formas naturales que las sintéticas. Las necesidades diarias de vitamina E son de 15 mg (22 UI) para los adultos. Como es una vitamina liposoluble, las mejores fuentes de vitaminas E son los alimentos ricos en grasa, como los aceites y los frutos secos.
La mejor fuente de vitaminas E es el aceite de germen de trigo, con aproximadamente 20 mg (30 UI) de α-tocoferol por cucharada. Una ración de semillas de girasol, almendras, aceite de girasol y aceite de cártamo le siguen con unos 6 mg (9 UI) de α-tocoferol. Los estadounidenses obtienen la mayor parte de su vitamina E de los aceites de soja, canola y maíz utilizados en los alimentos procesados. Las personas que siguen dietas bajas en grasas probablemente no consumen cantidades adecuadas de vitamina E.
Vitamina E y biomarcadores
La vitamina E es un antioxidante destacado en los compuestos grasos o lipídicos de nuestro cuerpo, como las membranas celulares y las lipoproteínas que transportan el colesterol. Es uno de los antioxidantes más importantes para reducir o prevenir la oxidación de los lípidos, que puede provocar su degradación, especialmente en las membranas celulares, la pared exterior de las células. Al igual que la vitamina C, la vitamina E ayuda a controlar el nivel de estrés oxidativo del organismo. Si el nivel de estrés oxidativo es demasiado alto, es posible que no podamos prevenir o proteger el daño celular. 1
Vitamina e del aguacate
Un área en la que la vitamina E puede ser capaz de prevenir el daño celular es el hígado. El estrés oxidativo en el hígado puede provocar daños hepáticos, lo que eleva el nivel de dos enzimas hepáticas, la ALT y la AST. El estrés oxidativo en el hígado podría ser causado por varios factores, incluyendo el alto consumo de alcohol, o el alto consumo de alimentos grasos y el exceso de calorías. Se ha demostrado que un suplemento de vitamina E en dosis altas reduce los niveles clínicamente elevados de ALT y AST en comparación con el placebo.4 Otros ajustes en la dieta y el estilo de vida pueden reducir aún más sus niveles. Aunque la administración de suplementos no es apropiada para todo el mundo, conseguir una cantidad adecuada de vitamina E a través de la dieta debería ser una prioridad.
¿Debería centrarse en más antioxidantes?
Otro antioxidante que fomentamos a través de los alimentos, pero no de los suplementos, es la vitamina A, en particular el betacaroteno. Al igual que la vitamina E, el betacaroteno es liposoluble y protege nuestras membranas lipídicas. Las frutas, verduras y hortalizas de color naranja y rojo son la mejor fuente de vitamina A. Y probablemente esto no sea sorprendente, pero estos alimentos son buenos para múltiples biomarcadores que analizamos. Nuestra misión es fomentar una dieta bien equilibrada, con énfasis específico en los nutrientes clave y la ayuda de suplementos cuando sea necesario. Puede que incluso te animemos a disfrutar de más vino tinto y chocolate negro. Vea en qué nutrientes debería centrarse y cómo los antioxidantes pueden mejorar sus biomarcadores.
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